ESTUPAS(SIMBOLOS E IMAGENES BUDISTAS)

LA ESTUPALa Estupa es una representación del Buda, de la Mente Iluminada o Conciencia Despierta.
Como monumento Sagrado, por su especial configuración, por la cantidad innumerable de elementos que se contienen en ella y las consagraciones que se han vertido en ella durante todo su proceso de construcción, la Estupa es un potente emanador y potenciador de energía.
Sus beneficios
Los beneficios que genera una Estupa son incalculables. Orar ante ella, circunvalarla, tocarla o que su sombra te toque, etc. potencia la eliminación de negatividad acumulada.
Cualquiera que tenga una relación directa con ella establece una conexión interdependiente con la naturaleza de la mente Inmaculada. Señalan los textos, que colaborar en la construcción de un monumento así aporta tantos méritos que si tuvieran forma física no tendrían cabida en el universo.
Si se añade a esta interacción el deseo de que los beneficios últimos sean para el bienestar de todos los seres, puede alargar la vida, purificar obstáculos o acciones dañinas que hayamos cometido y potenciar las acciones positivas.
Todo lugar donde se erija una estupa se verá protegido por una barrera indestructible de los infortunios particulares y generales. Cuando se tienen enfermedades graves, crónicas o causadas por espíritus o nagas, que resultan imposibles de curar por medio de la medicina, el mero hecho de circunvalar una estupa puede ayudar a superar la enfermedad.
El lugar donde se encuentra una estupa de Buda o una representación de la sagrada mente está bendecido por todos los budas de las diez direcciones. Su presencia sagrada irradia paz, armonía y salud a todo el mundo.
¿Cómo podemos aprovechar nuestra estancia en el recinto de una Estupa?
Una práctica muy sencilla es simplemente recordar su significado cuando estamos delante de ella. Hacer surgir el gozo interno valorando la importancia y la dificultad de encontrarse ante semejante herramienta de ayuda a los seres vivos.
Con esta satisfacción, se realizan tres vueltas a la estupa en el sentido de las agujas del reloj al tiempo que visualizamos como esa gran fuente de energía emana constantemente rayos de luz que tocan nuestro cuerpo limpiándolo de todo tipo de negatividades y enfermedades y sigue emanando luz que toca los cuerpos de todos los seres sintientes, humanos y no humanos. Esa luz, purifica todas sus penas, sufrimientos, dolores, enfermedades, negatividades, los reconforta, los llena de felicidad y los conduce al estado iluminado.
Al finalizar las tres o más vueltas a la estupa se dedican los méritos obtenidos por esta práctica para poder obtener cuanto antes el estado de la iluminación y poder ayudar a todos los seres sintientes sin distinción.
Otra practica muy benéfica para recibir los beneficios de la Estupa es la de hacer ofrendas.
La ofrenda es el símbolo de nuestra generosidad, de nuestra confianza, de nuestro agradecimiento. También de nuestro deseo sincero de recibir la ayuda y el apoyo de los seres realizados.
Así pues, con la mejor de las motivaciones depositaremos la ofrenda en el lugar habilitado para ello y con la mente en calma, elevaremos nuestra petición o nuestra gratitud hacia una conciencia superior, imaginando que nos acompañan todos nuestros familiares, amigos, conocidos y los seres de los seis reinos de existencia bajo la forma humana que reciben, al igual que nosotros y las bendiciones que emanan de la Estupa.
Hacer ofrendas a la Estupa es especialmente adecuado el día de nuestro aniversario, en momentos en que sintamos peligro o simplemente para mantener el vínculo que hemos creado con ella.
No deberíamos mostrar egoísmo pidiendo sólo cuando necesitamos, sino con constancia y durante toda nuestra vida.
Orígenes históricos y fundamentos
La historia de las estupas se remonta a la antigua India prebudista. En este contexto, era normal que tras la muerte de un rey -o un personaje relevante- se colocara, en un sentido ritual y funerario, un montón de tierra sobre sus restos. Así ocurrió que cuando el Buda histórico (Buda Shakyamuni) murió. Sus seguidores construyeron estupas sobre sus restos, en sentido de homenaje real al Buda, como un gran rey, "dharmarajá", "el rey de la verdad".
De acuerdo con una antigua crónica hindú, durante la vida del Buda ya se propuso edificar un monumento sobre sus restos. Sus discípulos le preguntaron qué tipo de monumento debían construir. La respuesta de Buda fue muy explícita. Llevaba puestos sus hábitos en tres partes como es tradicional (una parte se usa para cubrir la cintura y las piernas, otra pieza para cubrir los hombros y la tercera la más grande se usa como manta o capa especialmente en épocas de monzón). El Buda tomó el tercer hábito doblándolo en cuatro partes, produciendo así una figura cúbica. Tras haber realizado esto, cogió su tazón y lo puso al revés sobre el cubo. Entonces dijo: "Haced mi estupa de esta manera".
Con el paso del tiempo y a lo largo de la historia, las estupas devinieron mucho más complejas arquitectónicamente y artísticamente, dejando de ser monumentos funerarios para convertirse en un símbolo tridimensional del Dharma (la enseñanza de Buda). Dondequiera que llegó el budismo la estupa llegó con él, convirtiéndose en el monumento por excelencia budista, destacando en el Tíbet y las estribaciones himalayas donde forman parte del paisaje.
La estupa, en cuanto elemento o espacio sagrado, es lugar de peregrinación al servicio de todos los seres vivos representando la base, el sendero y el fruto de lo que se ha dado en denominar la Iluminación o Despertar Supremo.
Existen numerosos tipos de estupas, pero destacan entre ellas 8 modelos que conmemoran y celebran cada uno de los 8 acontecimientos mayores de la vida de Buda; mientras que en un nivel más profundo simbolizan el Dharmakaya, es decir el estado consciente de Buda en su aspecto de Omnisciencia.
Geométricamente, la forma de la estupa responde a una simbología reflejo de la Mente Iluminada y el sendero que conduce a ella. Sus partes diferenciadas son 5:
La base: es el elemento tierra y corresponde a las piernas cruzadas en la postura del loto del Buda.
El domo: el túmulo primitivo, el lugar dónde se guardan las reliquias y ofrendas, es el elemento agua y representa los poderes físicos burdos y sutiles necesarios para realizar acciones benéficas.
Los trece discos que configuran la aguja: representan las diez etapas hacia la iluminación y los tres niveles de supraconciencia. Son el elemento fuego y representan la facultad y el deseo de alcanzar la iluminación.
El parasol: simboliza la protección simbólica contra todo mal, es el elemento aire y representa la facultad de la palabra, es decir, el poder de expresar la sabiduría adquirida y el poder de explicar las enseñanzas correctamente. Es la rueda del Dharma en movimiento continuo.
El pináculo: compuesto por la luna creciente y el sol. Esta dualidad elemento-espacio representa la comprensión de la unidad de la verdad absoluta y la relativa y, en consecuencia, el poder de la mente y la facultad de realizar la sabiduría trascendental. La cúspide de la estupa se encuentra coronada por una llama que significa la semilla de la Iluminación. Trasciende el mundo físico de los cinco elementos y representa la facultad de alcanzar la Iluminación Suprema.
A todo ello se añadirían numerosas lecturas e interpretaciones simbólicas desde la literatura tántrica, cosa que convierte a la estupa en un verdadero cosmos objeto de conocimiento.

NAMASTÈ.