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viernes, 4 de enero de 2008

RECUERDOS

ESTA CANCION EN SU DIA ME LA MANDARON EN FORMA DE "UN ADIOS" PERO CON UN SIGNIFICADO.
POR SUERTE ESE ADIOS NO LLEGO NUNCA........




NAMASTÉ.

SISTEMA SOLAR

Características del Sistema solar:

El Sistema Solar está formado por una estrella central, el Sol, los cuerpos que le acompañan y el espacio que queda entre ellos.
Nueve planetas giran alrededor del Sol: Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón. La Tierra es nuestro planeta y tiene un satélite, la Luna. Algunos planetas tienen satélites, otros no.
Los asteroides son rocas más pequeñas que también giran, la mayoría entre Marte y Júpiter. Además, están los cometas que se acercan y se alejan mucho del Sol.
A veces llega a la Tierra un fragmento de materia extraterrestre. La mayoría se encienden y se desintegran cuando entran en la atmosfera. Son los meteoritos.
Los planetas, muchos de los satélites de los planetas y los asteroides giran alrededor del Sol en la misma dirección, en órbitas casi circulares. Cuando se observa desde lo alto del polo norte del Sol, los planetas orbitan en una dirección contraria al movimiento de las agujas del reloj.
Casi todos los planetas orbitan alrededor del Sol en el mismo plano, llamado eclíptica. Plutón es un caso especial ya que su órbita es la más inclinada y la más elíptica de todos los planetas.El eje de rotación de muchos de los planetas es casi perpendicular al eclíptico. Las excepciones son Urano y Plutón, los cuales están inclinados hacia sus lados.
El Sol contiene el 99.85% de toda la materia en el Sistema Solar. Los planetas están condensados del mismo material del que está formado el Sol, contienen sólo el 0.135% de la masa del sistema solar. Júpiter contiene más de dos veces la materia de todos los otros planetas juntos.
Los satélites de los planetas, cometas, asteroides, meteoroides, y el medio interplanetario constituyen el restante 0.015%.
Casi todo el sistema solar por volumen parece ser un espacio vacío que llamamos "medio interplanetario". Incluye varias formas de energía y se contiene, sobre todo, polvo y gas interplanetarios.
Desde siempre los humanos hemos observado el cielo. Hace 300 años se inventaron los telescopios. Pero la auténtica exploración del espacio no comenzó hasta la segunda mitad del siglo XX.
Desde entonces se han lanzado muchisimas naves. Los astronautas se han paseado por la Luna. Vehículos equipados con instrumentos han visitado algunos planetas y han atravesado el Sistema Solar.
Más allá, la estrella más cercana es Alfa Centauro. Su luz tarda 4,3 años en llegar hasta aquí. Ella y el Sol son sólo dos entre los 200 billones de estrellas que forman la Via Láctea, nuestra Galaxia.
Hay millones de galaxias que se mueven por el espacio intergaláctico. Entre todas forman el Universo, cuyos límites todavía no conocemos. Pero los astrónomos continúan investigando ...
Formación del Sistema Solar:
Es difícil precisar el origen del Sistema Solar. Los científicos creen que puede situarse hace unos 4.650 millones de años. Según la teoría de Laplace, una inmensa nube de gas y polvo se contrajo a causa de la fuerza de la gravedad y comenzó a girar a gran velocidad, probablemente, debido a la explosión de una supernova cercana.
Origen del Sol:

La mayor parte de la materia se acumuló en el centro. La presión era tan elevada que los átomos comenzaron a partirse, liberando energia y formando una estrella.Al mismo tiempo se iban definiendo algunos remolinos que, al crecer, aumentaban su gravedad y recogían más materiales en cada vuelta.
Origen de los Planetas:


También había muchas colisiones. Millones de objetos se acercaban y se unían o chocaban con violencia y se partían en trozos. Los encuentros constructivos predominaron y, en sólo 100 millones de años, adquirió un aspecto semejante al actual. Después cada cuerpo continuó su propia evolución.
Cualquier teoría que pretenda explicar la formación del Sistema Solar deberá tener en cuenta que el Sol gira lentamente y sólo tiene 1 por ciento del momento angular, pero tiene el 99,9% de su masa, mientras que los planetas tienen el 99% del momento angular y sólo un 0,1% de la masa.
Hay cinco teorías consideradas razonables:
La teoría de Acreción asume que el Sol pasó a través de una densa nube interestelar, y emergió rodeado de un envoltorio de polvo y gas.
La teoría de los Proto-planetas dice que inicialmente hubo una densa nube interestelar que formó un cúmulo. Las estrellas resultantes, por ser grandes, tenian bajas velocidades de rotación, en cambio los planetas, formados en la misma nube, tenían velocidades mayores cuando fueron capturados por las estrellas, incluido el Sol
La teoría de Captura explica que el Sol interactuó con una proto-estrella cercana, sacando materia de esta. La baja velocidad de rotación del Sol, se explica como debida a su formación anterior a la de los planetas.
La teoría Laplaciana Moderna asume que la condensación del Sol contenía granos de polvo sólido que, a causa del roce en el centro, frenaron la rotación solar. Después la temperatura del Sol aumentó y el polvo se evaporó.
La teoría de la Nebulosa Moderna se basa en la observación de estrellas jóvenes, rodeadas de densos discos de polvo que se van frenando. Al concentrarse la mayor parte de la masa en el centro, los trozos exteriores, ya separados, reciben más enrgía y se frenan menos, con lo que aumenta la diferencia de velocidades.
El Sol:



Es la estrella más cercana a la Tierra y el mayor elemento del Sistema Solar. Las estrellas son los únicos cuerpos del Universo que emiten luz. El Sol es también nuestra principal fuente de energía, que se manifesta, sobre todo, en forma de luz y calor.
El Sol contiene más del 99% de toda la materia del Sistema Solar. Ejerce una fuerte atracción gravitatoria sobre los planetas y los hace girar a su alrededor.
El Sol se formó hace 4.650 millones de años y tiene combustible para 5.000 millones más. Después, comenzará a hacerse más y más grande, hasta convertirse en una gigante roja. Finalmente, se hundirá por su propio peso y se convertirá en una enana blanca, que puede tardar un trillón de años en enfriarse.
* El periodo de rotación de la superficie del Sol va desde los 25 dias en el ecuador hasta los 36 dias cerca de los polos. Más adentro parece que todo gira cada 27 días.
El Sol (todo el Sistema Solar) gira alrededor del centro de la Via Láctea, nuestra galaxia. Da una vuelta cada 200 millones de años. Ahora se mueve hacia la constelación de Hércules a 19 Km./s.
Actualmente el Sol se estudia desde satélites, como el Observatorio Heliosférico y Solar (SOHO), dotados de instrumentos que permiten apreciar aspectos que, hasta ahora, no se habían podido estudiar.
Además de la observación con telescopios convencionales, se utilizan: el coronógrafo, que analiza la corona solar, el telescopio ultravioleta extremo, capaz de detectar el campo magnético, y los radiotelescopios, que detectan diversos tipos de radiación que resultan imperceptibles para el ojo humano.
Estructura y composición del Sol:


Desde la Tierra sólo vemos la capa exterior. Se llama fotosfera y tiene una temperatura de unos 6.000 ºC, con zonas más frías (4.000 ºC) que llamamos manchas solares. El Sol es una bola que puede dividirse en capas concéntricas. De dentro a fuera son:
Núcleo: es la zona del Sol donde se produce la fusión nuclear debido a la alta temperatura, es decir, el generador de la energía del Sol.
Zona Radiativa:: las partículas que transportan la energía (fotones) intentan escapar al exterior en un viaje que puede durar unos 100.000 años debido a que éstos fotones son absorbidos continuamente y reemitidos en otra dirección distinta a la que tenían.
Zona Convectiva: en ésta zona se produce el fenómeno de la convección, es decir, columnas de gas caliente ascienden hasta la superficie, se enfrían y vuelven a descender.
Fotosfera: es una capa delgada, de unos 300 Km, que es la parte del Sol que nosotros vemos, la superfície. Desde aquí se irradia luz y calor al espacio. La temperatura es de unos 5.000°C. En la fotosfera aparecen las manchas oscuras y las fáculas que son regiones brillantes alrededor de las manchas, con una temperatura superior a la normal de la fotosfera y que están relacionadas con los campos magnéticos del Sol.
Cromosfera: sólo puede ser vista en la totalidad de un eclipse de Sol. Es de color rojizo, de densidad muy baja y de temperatura altísima, de medio millon de grados. Esta formada por gases enrarecidos y en ella existen fortísimos campos magnéticos.
Corona: capa de gran extensión, temperaturas altas y de bajísima densidad. Está formada por gases enrarecidos y gigantescos campos magnéticos que varían su forma de hora en hora. Ésta capa es impresionante vista durante la fase de totalidad de un eclipse de Sol.
La Energía Solar:La energía solar se crea en el interior del Sol, donde la temperatura llega a los 15 millones de grados, con una presión altísima, que provoca reacciones nucleares. Se liberan protones (núcleos de hidrógeno), que se funden en grupos de cuatro para formar partículas alfa (núcleos de helio).
Cada partícula alfa pesa menos que los cuatro protones juntos. La diferencia se expulsa hacia la superficie del Sol en forma de energía. Un gramo de materia solar libera tanta energía como la combustión de 2,5 millones de litros de gasolina.
La energía generada en el centro del Sol tarda un millón de años para alcanzar la superficie solar. Cada segundo se convierten 700 millones de toneladas de hidrógeno en cenizas de helio. En el proceso se liberan 5 millones de toneladas de energía pura; por lo cual, el Sol cada vez se vuelve más ligero.
El Sol también absorbe materia. Es tan grande y tiene tal fueza que a menudo atrae a los asteroides y cometas que pasan cerca. Naturalmente, cuando caen al Sol, se desintegran y pasan a formar parte de la estrella.
Actividad solar Manchas SolaresLas manchas solares tienen una parte central obscura conocida como umbra, rodeada de una región más clara llamada penumbra. Las manchas solares son obscuras ya que son más frías que la fotosfera que las rodea.
Las manchas son el lugar de fuertes campos magnéticos. La razón por la cual las manchas solares son frías no se entiende todavía, pero una posibilidad es que el campo magnético en las manchas no permite la convección debajo de ellas.
Las manchas solares generalmente crecen y duran desde varios días hasta varios meses. Las observaciones de las manchas solares reveló primero que el Sol rota en un período de 27 días (visto desde la Tierra).
El número de manchas solares en el Sol no es constante, y cambia en un período de 11 años conocido como el ciclo solar. La actividad solar está directamente relacionada con este ciclo.
Protuberancias solares Las protuberancias solares son enormes chorros de gas caliente expulsados desde la superficie del Sol, que se extienden a muchos miles de kilómetros. Las mayores llamaradas pueden durar varios meses.
El campo magnético del Sol desvia algunas protuberancias que forman así un gigantesco arco. Se producen en la cromosfera que está a unos 100.000 grados de temperatura.
Las protuberancias son fenómenos espectaculares. Aparecen en el limbo del Sol como nubes flameantes en la alta atmósfera y corona inferior y están constituidas por nubes de materia a temperatura más baja y densidad más alta que la de su alrededor.
Las temperaturas en su parte central son, aproximadamente, una centésima parte de la temperatura de la corona, mientras que su densidad es unas 100 veces la de la corona ambiente. Por lo tanto, la presión del gas dentro de una protuberancia es aproximadamente igual a la de su alrededor.
El viento solar:El viento solar es un flujo de partículas cargadas, principalmente protones y electrones, que escapan de la atmósfera externa del sol a altas velocidades y penetran en el Sistema Solar.
Algunas de estas partículas cargadas quedan atrapadas en el campo magnético terrestre girando en espiral a lo largo de las líneas de fuerza de uno a otro polo magnético. Las auroras boreales y australes son el resultado de las interacciones de estas partículas con las moléculas de aire.
La velocidad del viento solar es de cerca de 400 kilómetros por segundo en las cercanías de la órbita de la Tierra. El punto donde el viento solar se encuentra que proviene de otras estrellas se llama heliopausa, y es el límite teórico del Sistema Solar. Se encuantra a unas 100 UA del Sol. El espacio dentro del límite de la heliopausa, conteniendo al Sol y al sistema solar, se denomina heliosfera.
Los Planetas:

Los planetas giran alrededor del Sol. No tienen luz propia, sino que reflejan la luz solar.
Los planetas tienen diversos movimientos. Los más importantes son dos: el de rotación y el de translación. Por el de rotación, giran sobre sí mismos alrededor del eje. Ésto determina la duración del día del planeta. Por el de translación, los planetas describen órbitas alrededor del Sol. Cada órbita es el año del planeta. Cada planeta tarda un tiempo diferente para completarla. Cuanto más lejos, más tiempo. Giran casi en el mismo plano, excepto Plutón, que tiene la órbita más inclinada, excéntrica y alargada.
Forma y tamaño de los planetas
Los planetas tienen forma casi esférica, como una pelota un poco aplanada por los polos.
Los materiales compactos están en el núcleo. Los gases, si hay, forman una atmosfera sobre la superficie. Mercurio, Venus, la Tierra, Marte y Plutón son planetas pequeños y rocosos, con densidad alta. Tienen un movimiento de rotación lento, pocas lunas (o ninguna) y forma bastante redonda. Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, los gigantes gaseosos, son enormes y ligeros, hechos de gas y hielo. Estos planetas giran deprisa y tienen muchos satélites, más abultamiento ecuatorial y anillos.
Formación de los planetas
Los planetas se formaron hace unos 4.650 millones de años, al mismo tiempo que el Sol.
En general, los materiales ligeros que no se quedaron en el Sol se alejaron más que los pesados. En la nube de gas y polvo original, que giraba en espirales, había zonas más densas, proyectos de lo que más tarde formarían los planetas. La gravedad y las colisiones llevaron más materia a estas zonas y el movimiento rotatorio las redondeó. Después, los materiales y las fuerzas de cada planeta se fueron reajustando, y todavía lo hacen. Los planetas y todo el Sistema Solar continúan cambiando de aspecto. Sin prisa, pero sin pausa.

¿Cómo se produce un eclipse de sol?

Un eclipse es la ocultación de un astro por otro. En un eclipse solar, nuestra Luna tapa la imagen del Sol. Si es total, produce uno de los fenómenos más impresionantes de la Naturaleza.
La sombra de la Luna está dividida en la umbra y la penumbra. Si uno observa el eclipse desde la umbra, el eclipse que se ve es TOTAL. Si se observa desde la penumbra, el eclipse será PARCIAL.
La velocidad a la que se mueve la sombra es variable, pero como mínimo se mueve a 1700 km/hora. La fase total, durante la cual el Sol está totalmente cubierto por la imagen de la Luna, puede durar como máximo 7 minutos, y normalmente no es mas de 3 minutos. La fase parcial puede durar mas de una hora. La probabilidad de que se dé un eclipse total sobre una misma ciudad es bajísima, y normalmente deben pasar cientos de años. El próximo eclipse total visible en condiciones favorables desde Buenos Aires será el 8 de enero del 2103. El anterior fue el 29 de agosto de 1867.
Eclipses totales, anulares o parciales
El largo de la sombra lunar es de La longitud de la sombra de la Luna varía de 367.000 a 379.800 km, y la distancia entre la Tierra y la Luna de 357.300 a 407.100 km. Esto hace que cuando la Luna está lejos de nuestro planeta, y la sombra es corta, no llega a tocar directamente la superficie terrestre. En este caso la Luna se ve más pequeña que el Sol, produciéndose un eclipse anular. En caso contrario, la Luna cubre totalmente la imagen del Sol, produciéndose un eclipse Total. Si la luna cubre al Sol solo en parte, se produce un eclipse parcial.
Lo más espectaculares son los totales, debido a que se oculta totalmente el disco solar, y en consecuencia, parece que anochece en pleno día.Igualmente depende del horario que se produce el eclipse total, los cambios que produce. Por ejemplo, un eclipse total al atardecer, amanecer o la mañana temprano, no produce cambios térmicos muy notables. En cambio uno que se produzca al mediodía o la tarde, puede generar caídas de temperatura de 15 grados o más. En los otros horarios no llega a calentarse lo suficiente el ambiente, por lo que el efecto es mucho menos notable.ES PELIGROSO observar al Sol cuando esta en la fase parcial o anular, sin los filtros apropiados. Solo se lo puede ver con seguridad sin filtros durante la fase total (no más de 7 minutos).
A la hora predicha del comienzo del eclipse, en uno total, no parece suceder nada, aparte de poder observarse como el Sol tiene 'mordido' un costado, que es la Luna que empieza a taparlo.Al aproximarse el horario de la totalidad (unos minutos antes), se ve desde el oeste normalmente, que el horizonte se oscurece, tal como si hubiera una tormenta. Esta es la sombra lunar. Si miras el Sol en este momento, estará en una fase parcial importante (ya casi totalmente ocultado). Aun ahora es peligroso ver al Sol sin protección.
Se ven lo que se denomina 'sombras volantes' que son sombras similares a las que se ven en el fondo de una piscina. Suceden porque al avanzar la sombra lunar, se producen ondulaciones en la atmósfera por el cambio de temperatura tan violento.
Adicionalmente, comienza a soplar un viento bastante fuerte, llamado 'viento de eclipse'. Es importante si tienes mapas o quieres sacar fotos, que los equipos estén bien apoyados, y nada suelto, pues probablemente será la ultima vez que lo veas.
Veras como poco a poco el cielo se oscurece, las luces automáticas se encienden, y comienzan a verse las estrellas y planetas más brillantes. Un silencio parece apoderarse de todo.
Los pájaros vuelan a sus nidos, los perros comienzan a ladrar. En general se nota que todos los animales están nerviosos, intuyendo que algo va a ocurrir. Apenas antes de comenzar la totalidad, se ven puntos muy brillantes en algunas zonas del borde de la Luna. Se denominan 'perlas de Baily' y es la luz solar pasando a través de los valles en el borde de la Luna. Van cambiando de brillo y posición. Faltan unos segundos para la totalidad. Se puede ver en esta secuencia las perlas de Baily,y algunas protuberancias. Foto Fred Spenack
Cuando comienza, lograras ver un anillo brillante alrededor del Sol, aproximadamente de medio diámetro solar. Es la Corona (1), o atmósfera de nuestra estrella. Es muy difícil de ver, salvo durante un eclipse de Sol. También tal vez notes puntos rojos en algunos lugares del borde de la Luna: Son protuberancias solares, de decenas de miles de kilómetros de largo. Con binoculares o telescopios se ven impresionantemente detalladas. En este momento puede verse sin filtros, pero ten cuidado de tener una alarma que te avise unos segundos antes de la finalización de la fase total, así no estropearas ni los equipos ni tus ojos.



NAMASTÉ.

El FONDO MARINO

Si pudiéramos contemplar el fondo marino sin agua, no veríamos solamente abismos. Más bien podríamos contemplar un imponente paisaje, donde abunda la diversidad de formas como en tierra, con montañas y valles, altiplanos y llanuras abisales, extensas cadenas montañosas. Sin embargo, por encima del mismo hay una media de 3.650 metros de agua y, a partir de una profundidad de unos 500 metros, reina la más absoluta oscuridad. Además, con una temperatura relativamente constante de 1 a 3 °C, no es precisamente cálido según criterios humanos y la presión hidrostática del agua aumenta una atmósfera por cada 10 metros de profundidad. ¡Eso supone 1.100 atmósferas a once kilómetros de profundidad!

Casi un 80 % del fondo marino está por debajo de los 1.000 metros, por lo que la presión hidrostática normal para sus habitantes es unas cien veces superior a la presión atmosférica a la que estamos habituados. La variación de la presión al aumentar la profundidad en los océanos es un factor que no pueden evitar los organismos vivos y, en consecuencia, tienen que adaptarse al mismo. Evidentemente, estas condiciones adversas no impiden el despliegue de una diversa vida animal, pues incluso en los fondos de las simas más profundas encontramos seres vivos.

Si durante mucho tiempo se creyó que las profundidades marinas constituían un hábitat uniforme y escasamente poblado, sobre todo por la falta de nutrientes, esta imagen ha cambiado a lo largo de las últimas décadas. Con el descubrimiento y la exploración de comunidades bióticas desconocidas en las chimeneas hidrotermales o la sorprendente biodiversidad en las montañas submarinas, se confirmó progresivamente la impresión de una considerable variabilidad espaciotemporal de este ecosistema casi inaccesible.

Las transiciones entre las distintas zonas son fluidas: las zonas eulitoral y sublitoral están marcadas por las mareas y la situación del borde de la plataforma continental, la zona batial incluye el talud continental, la zona abisal engloba el pie del talud continental, las llanuras abisales y las dorsales oceánicas. La zona hadal comprende las fosas por debajo de los 6.000 metros.

Vida bentónica en comunidad: vivir en las profundidades

En el talud continental del Atlántico Norte viven las anémonas Cerianthus borealis sobre fondos blandos. (Photo: R. Cooper, NURP)
Determinadas zonas del fondo marino, desde la costa hasta las profundidades abisales, están colonizadas por comunidades bióticas características, cuyos miembros –las distintas especies individuales– requieren condiciones ambientales similares como son, por ejemplo, la presión (y, por tanto, la profundidad), la temperatura, la iluminación y la calidad del agua. Estos factores son determinantes en la distribución de los organismos bentónicos, como se denomina a los habitantes del fondo, ya que vinculan a algunas especies con determinados lugares.

A diferencia de la tierra y el agua dulce, el mar posee un grupo de animales fijos (sésiles) de gran variedad e importancia ecológica, muchos de ellos con aspecto de plantas (lo que evidencian nombres como “anémona de mar”, “lirio de mar”, etc.). La zonificación de estos animales en el fondo marino suele ser tan impresionante como la zonificación de los árboles en una montaña y existe una base para la clasificación de estas comunidades similar a la de las grandes plantas terrestres.
Corales blandos, crinoideos y plumas de mar buscan un sustrato duro para fijarse. (Photo: NURP)

La estructura del suelo o del sustrato determina en gran medida la presencia o ausencia de determinadas formas de vida bentónicas. En los fondos rocosos están representadas principalmente las formas que viven directamente sobre la superficie, en muchos casos fijadas al sustrato, y que se denominan epifauna. En general, la población de animales se compone de organismos urticantes como la anémona de mar y los corales, balanos, gusanos tubícolas, moluscos como los mejillones y ostras o ascidias. Entre medias, encontramos estrellas de mar, erizos de mar, gasterópodos y crustáceos que se mueven libremente. Con luz suficiente y un sustrato seguro para fijarse, crecen las grandes algas que, además, ofrecen protección y alimento para otras especies.

Sin embargo, la mayor parte del fondo marino está cubierto de sedimentos sueltos, un hábitat sobre todo para los organismos excavadores que penetran en el sustrato o construyen tubos y cuevas, estos seres son la denominada infauna. Las relaciones entre las especies pueden ser directas, como depredadores y presas, o indirectas, como cuando los tubos deshabitados de una especie son finalmente ocupados por otras especies.

Las provisiones vienen de arriba
La provisión de alimentos para los organismos bentónicos depende casi exclusivamente de las partículas que se precipitan lentamente como la nieve. Excepto en las zonas costeras iluminadas, en el fondo del mar prácticamente no existe la producción primaria de plantas ya que la luz necesaria para la fotosíntesis no penetra en las profundidades mayores.

Lo que llega al fondo, su forma y, sobre todo, su cantidad, depende asimismo de diferentes factores. A veces se trata de cantidades considerables de materia vegetal de origen terrestre, como madera y restos de hojas, que pueden encontrarse incluso a grandes profundidades. Sin embargo, la principal fuente de nutrientes para la fauna bentónica procede de los restos de organismos pelágicos, los que nadan libremente o flotan a la deriva en las capas de agua superiores. Los delicados crinoideos se orientan hacia la corriente para filtrar las partículas que hay en el agua. (Photo: NURP)
Con sus tentáculos frontales, los gusanos tubícolas atrapan las partículas del agua, mientras que sus cuerpos están ocultos en los tubos que ellos mismos construyen. (Photo: NURP)

Los cambios estacionales en la superficie, como la floración del fitoplancton y las consiguientes fluctuaciones en la población de zooplancton durante el verano, acaban precipitándose finalmente en el menú de la fauna bentónica. Así, en las latitudes templadas, el número de diatomeas que se precipitan al fondo durante el verano puede ser cien veces superior a la cantidad que se deposita en invierno y, de este modo, ocasionar oscilaciones de peso estacionales en la fauna bentónica.

Sin embargo, a mayor profundidad, menor cantidad de comida. Mientras que en las zonas de aguas someras la mayor parte del alimento de los organismos bentónicos consigue llegar al fondo, al aumentar la profundidad las partículas van siendo devoradas por otros elementos de la cadena trófica a lo largo de la columna de agua, de modo que sólo llega una fracción de la producción desde la superficie a las profundidades. La fauna bentónica de las profundidades debe conformarse con lo que sobra o recurrir a otros medios.

Pues, en última instancia, sólo llegan al fondo abisal los componentes difícilmente digeribles de la materia orgánica, como paredes celulares, conchas y esqueletos. De su descomposición se encargan finalmente las bacterias, presentes en gran número en la superficie de los sedimentos y que constituyen un importante eslabón de la red trófica marina. Los compuestos orgánicos que no pueden ser utilizados directamente por los animales, son descompuestos por las bacterias y, a través de la biomasa bacteriana, son nuevamente introducidos en el ciclo de la materia por los organismos filtrantes de bacterias. El principio de la naturaleza es el reciclaje casi al 100 %.

Una comida ocasional para la fauna bentónica son los cadáveres de grandes animales de la zona pelágica, como tiburones o ballenas que, a diferencia de las finas partículas de la “nieve del mar”, descienden hacia el fondo a una velocidad de varios miles de metros al día. Hasta los 3.000 metros de profundidad, los tiburones de aguas profundas constituyen unos comensales agradecidos; más abajo, se encargan de los cadáveres los anfípodos, algunos de hasta 20 centímetros de tamaño, los granaderos y también los calamares. Aparentemente, también en los fondos afóticos de los mares viven animales en cantidades suficientes y con la movilidad necesaria para devorar raciones de carne que caen sólo de forma ocasional e imprevisible. Y, de hecho, se ha comprobado la existencia de crustáceos carroñeros incluso a 9.000 metros de profundidad, en las fosas de las Islas Filipinas.

Representantes típicos
La diversidad de especies del fondo marino es sorprendente. En una superficie de prueba de sólo 50 metros cuadrados, situada al pie del talud continental en el Atlántico noroccidental, se determinó la existencia de casi 1.600 especies de invertebrados. Al aumentar la profundidad, se incrementa la proporción de formas de vida pequeñas (meiofauna) en la fauna total. A los organismos típicos de las profundidades marinas pertenecen representantes tan enigmáticos como los Xenophyophoria, rizópodos gigantes de hasta 25 centímetros de diámetro, con una concha de cuerpos extraños pegados. O sus parientes lejanos del grupo Komokiacea, unos microorganismos que producen unas estructuras finas e irregulares que parecen estar implicados en la formación de los nódulos de manganeso.

Los crustáceos, como la especie Munida iris, presentan una amplia distribución y habitan las cuevas del talud continental. (Photo: S. Ross, NURP)


Los pulpos viven en todos los océanos, también en los fondos lodosos de la zona abisal. (Photo: L. Levin, NURP)
Las esponjas de la clase Hexactinella se fijan mediante espículas alargadas al sedimento o directamente sobre un sustrato duro. Si el movimiento del agua es más fuerte, sobre suelos duros nos encontramos también gorgonias y corales duros. También abundan sobre los sedimentos blandos las anémonas de mar excavadoras y las plumas de mar, que pertenecen a los animales urticantes (celentéreos) como los corales y están formadas por largos pedúnculos en forma de látigos, terminados en unos grandes pólipos en forma de estrella.

Se han redescubierto especies primitivas que sólo se conocían como fósiles: es el caso del Neopilina, un molusco primitivo que sólo vive en la zona abisal a unos 4.000 metros de profundidad. En general, los moluscos y gasterópodos están representados en gran número. Son exclusivos de las profundidades marinas los moluscos primitivos de la subclase de los protobranquios, que atrapan partículas comestibles del sustrato con sus alargados lóbulos bucales, mientras que el número de moluscos más evolucionados, que se alimentan mediante la filtración del agua que respiran, disminuye al aumentar la profundidad.

La mayoría de las grandes especies de la epifauna pertenecen a los mismos grupos de familias que las especies de los mares costeros. Entre estas especies encontramos cohombros o pepinos de mar, ofiuras, camarones y esponjas silíceas; sin embargo, al aumentar la profundidad, disminuye su densidad de población por metro cuadrado de sustrato. Una serie de organismos de la endofauna, en su mayoría con forma de gusanos, pertenecen a los grupos de animales que no tienen representantes, o muy pocos, fuera de los mares. Sus extraños cuerpos plantean tantos enigmas como su modo de vida. De algunos, como los gusanos equiuroideos verdes (Echiurida) hasta la fecha sólo se conocen partes del cuerpo que fueron extraídas junto con muestras de suelo de grandes profundidades.

Hoy en día, las profundidades marinas constituyen un hábitat cuyo estudio detallado nos permitiría describir especies aún desconocidas e incluso nuevos filos del reino animal. Las estimaciones ascienden hasta los 10 millones de especies y, si este dato fuese correcto, hasta la fecha sólo se ha descrito la mitad. Y uno de los crisoles o “puntos calientes” de la biodiversidad marina sólo lo conocemos desde hace unos 30 años: hablamos de las comunidades bióticas en torno a las fuentes hidrotermales submarinas